La disciplina es un pilar que todo emprendedor debe trabajar hasta hacerlo inquebrantable. ¿Eres capaz de darte una orden a ti mismo y cumplirla? Te invito a que sigas leyendo.
Convertirse en el líder de nuestra propia vida y generar los resultados que estamos deseando obtener es un proceso que se apoya en un gran valor: la disciplina, y esta no es algo que se adquiera de la noche a la mañana, ¡hay que trabajarla!
Un buen paso para comenzar es escribir nuestros objetivos (tanto laborales como personales) y llevarlos con nosotros a todos lados: tenerlos visibles en la oficina, apuntarlos en nuestra agenda, en nuestro teléfono celular, y también hablar de ellos con amigos y familiares. Cuando estamos conectados con nuestros objetivos obtenemos siempre ideas nuevas que nos motivan y nos hacen caminar hacia el éxito. Es justo ahí cuando entendemos que lograr lo que queremos depende de qué tanta disciplina tengamos a diario.
A este punto le sigue la construcción de un plan y el aprender a separar lo urgente de lo importante. Un buen líder sabe que la disciplina para lograr un objetivo viene de la planificación. Establecer una hoja de ruta y avanzar con firmeza en el camino que hemos elegido nos hará probar nuestras capacidades, medir resultados y replantearnos metas, y todo esto es propio de las personas disciplinadas.
Por último, otro paso que te ayudará a ser una persona más disciplina es mantener el orden, no solamente en tu hogar o lugar de trabajo, sino también en tus relaciones laborales y en tu comportamiento en diferentes situaciones. Cumple siempre con tu palabra, da el mejor esfuerzo en todas tus tareas, llega puntual a todas partes, y aprende a escuchar con atención.
Poco a poco aprenderás a ser una persona cada vez más disciplinada y tu ejemplo servirá para inspirar a los demás.
¿Cuáles otros puntos agregarías a este artículo? ¿Estás listo para darte una orden a ti mismo y cumplirla?
Cuídate mucho.
