¿Sabías que cuando somos niños podemos sonreír hasta 200 veces al día? Aunque es un número importante, lo realmente asombroso es que cuando nos convertimos en adultos esa cifra disminuye hasta 10 veces.
¿Cuántas veces sonríes al día? ¿Eres de los que se levanta siempre sonriente y con buena disposición para planificar su rutina, o la apatía es un mal compañero con el que tienes que lidiar constantemente?
Sea cual sea tu caso, hay algo que debes tener claro: eres una persona mucho más fuerte y creativa cuando sonríes. Si no me crees, miremos los siguientes datos:
- Una sonrisa es un poderoso estimulante para tu cerebro: mientras más veces sonrías más posibilidades tienes de aliviar el estrés y tener un cerebro más feliz, (el cerebro feliz es un término que ya ha sido explorado por expertos en el área de bienestar, y que puedes consultar un poco más aquí).
. - Una sonrisa tiene el poder de activar tu creatividad. Si quieres crear un nuevo proyecto, desarrollar una idea, o incluso encontrar la solución a un problema, tienes que sonreír más para lograrlo. Inténtalo ahora mismo.
. - Al reír, combates una de las enfermedades más fuertes de este siglo: la depresión.
. - Si quieres conectar de verdad con las personas, sonreír es una herramienta que siempre te ayudará. Una risa se contagia en segundos, ¡es magia pura!
Por todos estos motivos y otros más, es que las sonrisas nunca faltan en mis conferencias, así como el buen aprendizaje, y las frases poderosas que me ayudan a sacudir mi pensamiento y el de otras personas.
“Es más fácil obtener lo que queremos mediante una sonrisa, que a través de una espada”, William Shakespeare.
Hoy quiero explicarte cómo logré crear conferencias de gran impacto durante los últimos 10 años, una vez hice de la risa y el buen contenido mis dos herramientas infaltables.
Cuando sonríes, tienes más oportunidades de que las personas te recuerden
Cada día hay más personas en la búsqueda de relaciones y momentos que les hagan sentir inspirados para así poder desarrollar sus ideas, renovar energías, y mantener el enfoque. Así lo comprobé en mi último mastermind.
Si sonríes con frecuencia y haces de la risa un instrumento para conectar, lograrás que las personas realmente se sientan bien contigo y dediquen toda su atención a la información que pones en sus manos. Esto hará que siempre te recuerden, y hasta que se interesen en convertirse en tus aliados o futuros clientes.
¡Y todo esto por entregar una sonrisa!
Guarda este artículo: te voy a dar tres tips poderosos para que tu también comiences a crear conferencias memorables que lleven a tu audiencia a la acción y te hagan obtener resultados.
1.Todo lo que voy a decir debe ser fácil de comprender y de llevar a la práctica.
Hace mucho tiempo entendí que un buen discurso debe ser fácil de comprender, y estar libre de cualquier tecnicismo o actitudes prepotentes. ¡La estrategia para conectar de verdad y ser un buen storyteller es saber usar las palabras, y contar historias de una forma más simple! Hay algo más que debes recordar: el aprendizaje se eleva con la práctica, por ello, si tu contenido es bueno y quieres dejar una huella positiva en tu audiencia, debes hacerlo aún mucho más práctico: convierte lo que sabes en herramientas para otros: mapas conceptuales, infografías, documentos descargables, ebooks de regalo. ¡Esto funciona!
2. Todo el contenido que entrego debe estar actualizado, y creado especialmente para el público al que voy a dirigirme.
Mis amigos, colegas, y también miembros de mi familia, me han escuchado decir varias veces algo que es totalmente cierto: ¡yo conozco a mi gente! Yo sé muy bien cuáles son las dudas y expectativas de las personas que acuden a mis conferencias, sé qué los inquieta, y por eso siempre creo contenido que les ayude a superar dificultades y hacerse más fuertes.
¡Yo los acompaño a que se conviertan en sus propios líderes!
Si conoces a tu público y sabes bien cuál es la relación que las personas están haciendo con tu contenido y con lo que predicas, lograrás estar en verdadera sintonía con ellos.
Una buena forma de conocer a tu público es observando dónde está, qué hace, y saber en cuáles áreas interactúa con frecuencia. No sientas miedo de hacer preguntas siempre que lo consideres necesario. Aunque cueste un poco pedir ayuda, en Venezuela, país donde nací, hay un refrán que aplica para todo: “pide para que puedas recibir”. ¡Aplícalo!
3.Esfuérzate en hacer que las personas la pasen bien.
Relajarse, mantener el contacto visual, sonreír, escuchar con atención, entregar mucho valor y, ¿por qué no? disfrutar de un poco de música, son elementos que puedes incluir en todas tu conferencias. A mí me encanta escuchar música para trabajar con más enfoque, y me funciona.
Si este 2020 quieres convertirte en un líder de impacto y transitar el éxito, esta web será el espacio donde encontrarás buenos datos, mucha formación, y herramientas que te ayudarán a lograr tu objetivo. ¡Mantente cerca!